HONDURAS: INUNDAR ESTADOS UNIDOS CON COCAÍNA
*Lo acusan de recibir millones de dólares de “El Chapo” Guzmán. Su hermano podría ser condenado a 40 años en prisión
Corresponsalías Nacionales/Grupo Sol Corporativo
(Segunda de tres partes)
San Pedro Sula.- En el documento presentado el 8 de enero de 2020 ante un tribunal de Nueva York, los fiscales detallaron la supuesta relación del gobernante con Geovanny Fuentes Ramírez, un narcotraficante hondureño detenido en Miami en marzo de 2020.
El escrito de la Fiscalía se enmarca en el caso contra Fuentes Ramírez y aunque no se nombra explícitamente al expresidente hondureño, al que se identifica como cómplice o conspirador número 4 (CC-4), su identidad es fácilmente reconocible por las referencias a su cargo y a su hermano Juan Antonio «Tony» Hernández, que fue declarado culpable de narcotráfico en Estados Unidos y está siendo juzgado.
Según los fiscales, Fuentes Ramírez mantuvo encuentros en 2013 y 2014 con Juan Orlando Hernández y le pagó grandes sumas de dinero para que aceptara utilizar a las fuerzas armadas como protección para sus actividades de narcotráfico.
Hernández, además, animó al narcotraficante a trabajar con su hermano y le mostró interés en tener acceso a su laboratorio de drogas por su cercanía a Puerto Cortés, señala el documento.
Durante esas reuniones, Hernández aseguró que quería hacer creer a Washington que Honduras estaba combatiendo el narcotráfico, aunque en realidad iba a eliminar la extradición al país y «meterles drogas por las narices a los gringos», en referencia a una supuesta voluntad de «inundar Estados Unidos con cocaína».
Juan Orlando Hernández, que ganó las elecciones en 2013 y fue reelegido presidente en 2017, ha negado las distintas acusaciones, al asegurar que las mismas provienen de narcotraficantes confesos y por lo mismo no son creíbles.
En esa tesitura, la familia presidencial sostiene que «Tony» Hernández es inocente, que las acusaciones en su contra son de narcotraficantes a los que se les ha afectado y afirma que el tráfico de drogas en Honduras se ha reducido considerablemente gracias a Juan Orlando, al grado que solo el 2 por ciento de la droga producida en América del Sur pasa por territorio hondureño.
Para las agencias antidrogas norteamericanas son falsas tales aseveraciones, ya que cuando menos el 80 por ciento de la cocaína que llega a los Estados Unidos pasa por Honduras.
Para el político y dirigente del oficialista Partido Nacional, Fernando Anduray, en Honduras, se requiere una depuración no sólo gubernamental, sino de parte de la misma sociedad, para que los lavadores de dinero sucio, producto del narcotráfico, que se han infiltrado en los órganos de poder y de decisión del Estado, puedan ser detectados y llevados a prisión.
En opinión del analista político, Raúl Pineda Alvarado, algunos sectores de Honduras, sobre todo el empresarial, está considerando seriamente suspender sus aportaciones al país, si no ven una reacción enérgica por parte del gobierno hondureño para enmendar la ruta de corrupción y vinculación al narcotráfico.
Bajo la perspectiva de InSight Crime, una organización internacional que investiga el crimen organizado en América Latina y el Caribe, que realizó un trabajo a lo largo de dos años, Honduras es el epicentro de la cocaína en Centroamérica, por donde pasaron, vía aérea, al menos 120 toneladas de cocaína en 2019.
Tales cifras, indican que la renta anual del tráfico de cocaína puede llegar a cientos de millones de dólares, que no solamente compiten, sino que rebasan lo que produce cualquier rubro exportador hondureño.
La región selvática de La Mosquitia, en la costa que tiene Honduras sobre el Atlántico, precisa InSight Crime, sirve de principal pista de aterrizaje para los narco-vuelos sudamericanos en el que Venezuela parece acrecentar su rol como punto de partida de esos vuelos.
En 2019, las autoridades hondureñas decomisaron 40 mil plantas de coca, un número importante en comparación con las 5 mil destruidas un año antes, en 2018, además de que han sido desmantelados campamentos improvisados para el procesamiento de la cocaína.
Y si bien Honduras se encuentra aún en las primeras etapas de la producción local de la droga, lo cierto es que un producto cultivado y producido en casa seguirá siendo una empresa lucrativa para los traficantes, por la posibilidad de reducir costos y recortar las cadenas de suministro.