GUANAJUATO: DONDE LA VIDA NO VALE NADA

*Ante el debilitamiento del Cártel de Santa Rosa de Lima, el Cártel Jalisco Nueva Generación irrumpe con los sicarios “El Tripa” y “El Apá” para tomar por asalto la plaza

*Balaceras en bares y reacomodos de las células delincuenciales siembran el terror en el Bajío mexicano. Toque de queda en ciudades como Irapuato, Celaya y Apaseo el Alto

*Dos mil 500 homicidios en el Bajío mexicano tan sólo en lo que va del año. De estos, casi mil 600 han muerto con arma de fuego

Noé Zavaleta/Corresponsalías Nacionales/Grupo Sol Corporativo

(Primera de dos partes)

Guanajuato.- En Guanajuato, como decía el ídolo de Dolores Hidalgo, José Alfredo Jiménez: La vida no vale nada. El repliegue del Cártel de Santa Rosa de Lima, tras la detención de José Antonio Yépez Ortiz, “El Marro”, y el avance expansivo del Cártel Jalisco Nueva Generación en el Bajío mexicano ha desatado un “operativo limpieza” de las células delincuenciales que han recrudecido en balaceras en bares y lugares públicos de la entidad, así como ajustes de cuentas que han sembrado una estela de muerte en el turístico estado que gobierna el panista Diego Sinhue Rodríguez Vallejo.

De acuerdo con cifras oficiales del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), dos mil 570 homicidios han ocurrido tan sólo en el lapso comprendido del 1 de enero al último día de septiembre de este 2022. De esos asesinatos, mil 592 víctimas han sido privadas de la vida con armas de fuego.

En 2021, la violencia tampoco dio tregua ni cuartel, pues se registraron tres mil 673 homicidios, de los cuales dos mil 309 fueron con armas de fuego. Uno de los índices más altos a nivel nacional junto con Tamaulipas, Guerrero, Veracruz y Estado de México.

Informes de inteligencia de la Fiscalía General de la República (FGR) consignan que Yépez Ortiz, “El Marro”, fue aprehendido en agosto de 2020 y trasladado a la cárcel de máxima seguridad de “El Altiplano”; ahí, quien también cayó en desgracia fue su aliado en Jalisco, Carlos Enrique Sánchez Martínez, “El Cholo”, acribillado por sicarios del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) en marzo del 2021 y arrojado en un parque público de Tlaquepaque, Jalisco. Desde ahí, la reconfiguración criminal quedó signada tanto en occidente, como en el Bajío mexicano.

Con el debilitamiento del Cártel de Santa Rosa de Lima, los principales lugartenientes de Nemesio Oseguera Cervantes “El Mencho”, Ricardo Ruiz Velasco, “El Tripa”, y Gerardo González Ramírez, “El Apá”, vieron una oportunidad de oro para expandir sus redes criminales en Guanajuato y así controlar no sólo el huachicoleo, sino también el “cobro de piso” en centros de prostitución y giros negros, la extorsión y el trasiego y venta de drogas al menudeo, lo cual ha costado un auténtico baño de sangre, ante la indiferencia de las autoridades.

Un conteo de Grupo Sol da cuenta de más de 10 masacres en Guanajuato dentro de bares en las ciudades de Celaya e Irapuato, principalmente, cobrando la vida de más de 90 personas. Los videos de estas masacres han circulado de manera viral en las redes sociales, como una forma de infundir miedos en las células criminales contrarias.

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