EL MENCHO: PODEROSO E IMPUNE
*A pesar de que enfrenta una enfermedad renal en fase terminal y hasta se le ha dado por muerto, el jefe del cártel de Jalisco, Nemesio Oseguera Cervantes, sigue gozando de poder e impunidad
Ricardo Ravelo/Corresponsalías Nacionales/Grupo Sol Corporativo
(Primera de cuatro partes)
Ciudad de México.— A pesar de que presuntamente está enfermo de un grave padecimiento renal, Nemesio Oseguera Cervantes, “El Mencho”, sigue gozando de poder e impunidad en el país; extiende sus redes para controlar más territorios y su poderío es tan grande que ya ejerce fuertes controles en buena parte del Continente Latinoamericano, de acuerdo con informes oficiales.
Las redes de “El Mencho” no solo se extienden por todo el país —desde Quintana Roo hasta Baja California— sino que sus tentáculos llegan a Venezuela, Colombia, Costa Rica, Guatemala y a los países del llamado Cono Sur —Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay— regiones donde en otro tiempo también estuvo afincado el cártel de Juárez que, hasta 1997, dirigió Amado Carrillo Fuentes.
El poder de “El Mencho” es enorme, según informes de la DEA, la agencia antidrogas de Estados Unidos; cuenta con un ejército poderoso y muy bien armado con fusiles y armas especiales.
Hace poco más de un año trascendió en diversos medios de comunicación digitales y redes sociales que Nemesio Oseguera padecía una enfermedad terminal en los riñones; que dicho padecimiento era irreversible y que debía someterse a diálisis. Dicho tratamiento lo realizaba, según esas informaciones consultadas, en un hospital de su propiedad.
Sin embargo, han pasado varios meses y “El Mencho” sigue vivo y al frente del CJNG, el cártel que fundó hace quince años después de que dejó de ser jefe de sicarios de “Los Cuinis”, una organización que operaba en Michoacán y Jalisco encabezada por sus cuñados.
EL PODEROSO MENCHO
El cártel de Jalisco Nueva Generación sigue ganando territorios: ahora se enfrenta a los cárteles de Sinaloa y lo que queda de la estructura Beltrán Leyva con el objeto de apoderarse de Baja California, particularmente la ciudad de Tijuana, una de las más importantes en el tráfico de drogas hacia Estados Unidos.
A base de violencia –balaceras, levantones, asesinatos y un uso permanente del terror en redes sociales –la organización que encabeza Nemesio Oseguera ejerce un dominio en ese estado fronterizo: asociado con el cártel de Tijuana, el grupo criminal pretende apoderarse del control del litoral y principales rutas para convertirse en el cártel más dominante en el país, pues tiene gran hegemonía y la ejerce desde Quintana Roo hasta Baja California.
En más de seis mil kilómetros de territorio, el cártel de Jalisco explota el tráfico de drogas, secuestros, levantones, cobro de piso, explotación de recursos naturales, así como la comercialización del combustible robado en las instalaciones de Petróleos Mexicanos (Pemex).
El cártel que dirige “El Mencho” conoce como pocos el atlas de toda la red de ductos por donde Pemex mueve sus gasolinas y diésel. Con un ejército de sicarios, el CJNG explota esos recursos y los comercializa en los propios franquiciatarios de la paraestatal que son dueños de gasolineras.