EL MENCHO: ENTIDADES VIOLENTADAS
*La ruptura entre “Los Cabos” y el CJNG es una muestra de los problemas internos que enfrenta el grupo criminal dirigido por Nemesio Oseguera
Ricardo Ravelo/Corresponsalías Nacionales/Grupo Sol Corporativo
(Cuarta y última parte)
Ciudad de México.— Otros elementos que explican el incremento de la violencia en Baja California es la separación de un grupo de presuntos sicarios, “Los Cabos”, que durante mucho tiempo operaron como brazo armado del cártel que dirige “El Mencho”.
Los sicarios enfrentan discrepancias al interior del CJNG y decidieron separarse. Al hacerlo, perdieron la protección que los blindaba frente a los ataques del cártel de Sinaloa, que aprovechó la vulnerabilidad de este grupo para arremeter contra ellos.
Además, el enfrentamiento entre “Los Cabos” y el CJNG generó una elevada ola de violencia en esa entidad-. Tan sólo en la ciudad de Tecate dejó un saldo de dieciséis ejecutados y entre mayo y agosto de este año la estadística oficial revela que hubo un total de 670 crímenes, muchos de ellos relacionados con esta disputa entre cárteles.
La ruptura entre “Los Cabos” y el CJNG, de acuerdo con un análisis de la Secretaría de Seguridad Pública de Baja California, es una muestra de los problemas internos que enfrenta el grupo criminal dirigido por Nemesio Oseguera.
La pugna interna comenzó, dice el informe, cuando “Los Cabos” decidieron salirse de la organización debido a las diferencias con la nueva directiva del cártel. A ello se sumó la confrontación que el CJNG tiene con Sinaloa, éste uno de los cárteles más poderosos, que lucha por no ser desplazado en el dominio territorial que ejerce en todo el país.
Esta no es la primera vez que el CJNG sufre una fragmentación. En 2018 enfrentó problemas con el Cártel Nueva Plaza de Guadalajara, su brazo armado. Ahora, el Cártel de Jalisco debe luchar con dos frentes: “Los Cabos” y Sinaloa, pues el grupo encabezado por los hijos de “El Chapo” y “El Mayo” Zambada pretenden acomodarse en ciudades importantes como Tijuana, Tecate y Rosarito.
El cártel de Tijuana-Arellano, por su parte, sólo tiene presencia en Tijuana, lo que explica la disminución de su fuerza. El grupo criminal sigue controlado por la familia Arellano Félix, fundadores del cártel de Tijuana que en los años ochenta y noventa encabezaron los hermanos Ramón y Benjamín Arellano –los más violentos en esa época –y que terminaron siendo desplazados por grupos rivales.
Benjamín Arellano fue detenido en la ciudad de Puebla en 2003, durante el gobierno de Vicente Fox; estuvo encarcelado en el penal de La Palma, Estado de México. Luego fue extraditado a Estados Unidos, donde enfrenta un juicio por tráfico de drogas.
Ramón Arellano, su hermano, otro de los más violentos, fue ejecutado en 2002 en Mazatlán, Sinaloa, cuando se disponía a asesinar a Ismael “El Mayo” Zambada precisamente cuando pretendía irrumpir en Baja California.
Se cuenta que en aquella ocasión Ramón Arellano tomó su arma, su vehículo –un Volkswaguen sedan – y emprendió un viaje de Tijuana a Mazatlán. Cuando llegó al puerto tuvo un enfrentamiento con un agente de tránsito debido a una infracción que cometió. No quiso pagarle y cuando intentó matar al policía éste le disparó en la cabeza. En ese momento no supo que había asesinado a uno de los líderes del cártel de Tijuana más virulentos de la historia del narcotráfico.
La misma suerte corrió Francisco Arellano Félix. Este compurgó una pena en el penal de La Palma y fue extraditado a Estados Unidos. En ese país le impusieron una pena de cuatro años y fue deportado a México sin delito alguno en su contra.
Un día festejaba el cumpleaños de un menor, al parecer su sobrino, en una casa de Ensenada. Francisco estaba sentado en la mesa de honor, junto con otros invitados.
Al atardecer arribaron al lugar unos payasos que fueron contratados para ofrecer un show infantil. Cuando comenzó también se empezaron a desatar las risas de los comensales. Los payasos divertían con sus chistes y su espectáculo. De pronto, una de los payasos se acercó a la mesa de honor y se paró frente a Francisco Arellano, sacó una pistola y asesinó al capo que ya no pudo disfrutar su libertad.
Este crimen, sin embargo, no exterminó por completo al cártel de Tijuana. De acuerdo con datos oficiales, Enedina Arellano Félix, diestra en el manejo financiero, conduce al llamado Cártel de Tijuana Nueva Generación, la organización que ahora opera en alianza con el Cártel de Jalisco y se aprestan a controlar no sólo el estado de Baja California sino buena parte del territorio en la que por dos décadas fueron amos y señores.