EL MECHO: UN IMPERIO DE TERROR

*No obstante sus males, la DEA considera que “El Mencho” domina en casi toda la República mexicana y sus tentáculos llegan a países como Venezuela, Costa Rica, Perú, Argentina, Colombia, Brasil, Paraguay y Uruguay

Ricardo Ravelo/Corresponsalías Nacionales/Grupo Sol Corporativo

(Segunda de cuatro partes)

Ciudad de México.— La ciudad fronteriza de Tijuana vivió momentos de terror cuando el cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) desató balaceras, incendió camiones, instalaciones, vehículos particulares y decenas de tiendas de autoservicio, entre otras, las de Oxxo, propiedad de la empresa Femsa, propietaria de Coca Cola.

Las acciones violentas ocurrieron después de que en Jalisco y Guanajuato la misma organización criminal realizó acciones parecidas luego de que efectivos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) frustraron una cumbre de capos que se llevaba a cabo –o estaba por iniciar –en una demarcación de Jalisco.

Sicarios del CJNG provocaron incendios de automóviles, camiones y aplicaron su táctica principal: los narcobloqueos para impedir que los refuerzos policiacos se movilizaran.

De acuerdo con informes consultados, estas reacciones del CJNG ocurrieron después de que el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que la Guardia Nacional (GN) pasará a manos de la Sedena.

De inmediato se dispuso que la GN se movilizara en los estados en crisis y reforzaran otras entidades en riesgo por la violencia del crimen organizado.

Debido a su intensa actividad criminal y a la disputa territorial que enfrentan al menos tres cárteles de la droga –Tijuana, Cártel de Jalisco y Sinaloa –el estado de Baja California sigue sumido en una cruenta violencia, a pesar de que el gobierno federal prometió terminar con la ola criminal que azota al estado.

Y es que la violencia del crimen organizado sigue a la alza, pues todos los días hay asesinatos, levantones, secuestros y la venta de droga, así como el tráfico hacia Estados Unidos, siguen incontenibles. El principal epicentro de la violencia es la ciudad de Tijuana, la más grande e importante de esa entidad fronteriza.

Los datos oficiales no mienten: la ciudad de Tijuana –cuna en los años ochenta del cártel del mismo nombre que dirigían los hermanos Arellano Félix, uno de los más violentos de la historia –encabezó en 2019 la lista de municipios más violentos. El año pasado, por ejemplo, cerró con 2 mil 185 ejecuciones y por ello se convirtió en una ciudad más violenta del país, seguida por Guanajuato, donde la guerra por el tráfico de combustible robado –“El Huachicol” –desató matanzas y enfrentamientos entre los cárteles Santa Rosa de Lima y de Jalisco Nueva Generación.

Pero la falla en las políticas y estrategias contra el crimen, la desatención oficial y la corrupción policiaca volvieron a colocar a Tijuana, en este 2022, en la demarcación con más asesinatos, pues de acuerdo con reportes oficiales éste repunte obedece a la lucha territorial que enfrentan células que se dedican a la venta de droga a granel, es decir, existe una guerra por el control del mercado.

Carlos Flores, comisionado de Seguridad e Investigación Estatal de Baja California reconoció que el elevado índice de muertes en Tijuana representa el 75 por ciento de toda la violencia del estado, aunque existen otras ciudades que también enfrentan una fuerte crisis de violencia. Es el caso de Ensenada (250 crímenes en 2021). Las cifras indican, por otra parte, que hasta el 27 de diciembre de ese año en Baja California se habían contabilizado 2 mil 841 asesinatos, producto, en su mayoría, de las batallas entre cárteles del narcotráfico.

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